domingo, 30 de noviembre de 2008
Sin ojos para mirarte
Tú no sabes que quisiera pararme frente a ti y sonreírte, quizá sentarme y preguntarte cómo anocheciste o con quién dormiste la última vez que tuviste un cuerpo de mujer bajo el tuyo.
Tú no sabes por qué ni siquiera levanto la vista o la volteo cuando sigo el paso que me urge a llegar a la esquina todas las mañanas.
Recuerdo que un día te vi vaciando la botella de refresco en tu camisa, la de mezcal estaba tirada a un lado, sin una gota encima. Adiviné tu embriaguez.
Recuerdo que no estabas solo, la mujer que te acompañaba reía contigo, te besó en los labios con un lipstick corriente, tanto que te llenó de rosa en torno a tus labios, hasta vi rosa en tu cuello y en tu nariz.
Pasó el tiempo y desapareciste de tu esquina, sentado bajo el semáforo.
Un día te vi de nuevo, esta vez sonreí y tú ni te enteraste. Caminé 10 pasos más, entonces me detuve y decidí cobrarte mi sonrisa. Regresé y me ofreciste un sorbo que tomé –no sin mucho asco.
Un día te vi de nuevo y estuvimos la tarde disculpando nuestras faltas mientras terminábamos la botella.
Un día te vi de nuevo y me enseñaste que ni siquiera el saludo es gratis.
Tú sabías que lo mejor era mantenernos cada uno en su esquina.
Y ni siquiera voltear a mirarnos.
sábado, 29 de noviembre de 2008
Los hermanos Noel y Liam Gallagher
viernes, 28 de noviembre de 2008
Cosas que me hacen decir ¡CHALE! 2
¿A quién demonios se le ocurrió que era una idea genial agregar relojes digitales a todos los aparatos? Microondas, estéreo, radio, dvd, videocasetera y hasta ¡cafetera!
Y ahí anda uno de obsesiva volviendo a poner en hora todos, no vaya a ser que quiera uno ver si ya pasaron cinco minutos en el reloj del radio y si ya pasó una hora en el de la cafetera.
Además, es muy molesto eso de tener madrecitas luminosas que parpadean con ceros u ochos por todos lados.
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30 Seconds to Mars... ¿Eso qué? ¿Quién le dijo a Jared Leto que debía formar un grupo así de chafa?
Ya sé, hay a quien le gusta, por supuesto. Muy... respetable también... pero ¡CHALE!
Sufren taaaantoooo cuando tocan que me dan ganas de gritar “¡maten al animal herido!”.
Y luego sus videos... ¡doble CHALE! Yo realmente creo que todos en ese grupo deben tener el pene chiquito porque sus videos siempre son en lugar enorrrrmesssss... ¡Sí, sí, tratan de compensar algo! ¡Y no es sólo su falta de talento!
Chamacos: no porque se maquillen y porque tengan letritas medio sufridoras quiere decir que son rockers... jajajajaja.
jueves, 27 de noviembre de 2008
Citalopram para evitar el estrés
Tiró de a poco su ropa y sacudió su tristeza, su fragor. Tomó las tijeras y se arrancó mechas de cabello, sacudió parte de su tiempo.
Se encajó las uñas en la carne, se encajó las uñas en la carne, se encajó las uñas en su carne. Y no sangró. Entonces pellizcó sus piernas, las golpeo, el puño. ¡Pa!, ¡pa!, ¡pa! Se derrumbó.
Mar, desnuda, sin cabello, de piel arañada, piernas moreteadas y lágrimas derramadas, se acurrucó en el balcón. Estaba destruida. El cielo estaba gris y relampagueaba. Ella miraba la calle. La de enfrente. Vacía. Casa victoriana, ventanas grandes, blancas, maltratadas. Nadie caminaba. Ella estaba ahí, sentada, y nadie lo notaba.
Entonces se levantó, cerró la ventana, tomó su cabello, su ropa, cubrió su piel.
Quemó su tiempo, el de atrás, el que la maltrataba y la hacía vomitar.
Remendó su tristeza y sus alas, las que no usaba para volar.
Ahora todo lo mira desde el cielo. Su cabello es largo, anda desnuda y toma Citalopram para evitar el estrés.
miércoles, 26 de noviembre de 2008
Cinco escenas de un mismo tema o cinco temas de una misma escena
Ella se echó sobre la cama y comenzó a hacerle cosquillas,
él rió como niño,
no paraba de chillar de la risa;
terminó doliéndole el estómago pero logró calmarse
y pudo contarle un chiste.
Ya no se sabe si pararon de reír.
2.
Ella recordaba cada noche el rozar de su espalda contra la pared fría,
él mordiéndole los muslos,
ella retorciéndose,
él con la mirada abierta desde abajo,
la pared fría y él poseyéndola con sus ojos más que con su cuerpo.
3.
Él gritó,
ambos estaban sentados en una banca
era de noche.
La gente de alrededor los ignoraba,
ambos callaban,
llovía.
Ella le besó los ojos,
ambos lloraban,
era todo.
4.
Ella lo perdió de vista por un par de segundos,
ella gritó su nombre,
ella estaba sobre él,
ella tomó su paleta de colores,
ella lo comenzó a pintar,
siempre con los ojos abiertos.
5.
Él la miraba cuando hacían el amor,
él no la perdía de vista mientras hacían el amor
ella lo miró con los ojos abiertos haciéndole el amor
ella lo apresó con los ojos y encerrados en sí mismos hicieron el amor.
De una de las que me habitan
De pequeña la noche representaba la oscuridad y los miles de fantasmas que mi imaginación creaba. Pasado... pues realmente no había mucho pasado (no contaremos las anteriores vidas) y no sé si me importaba el qué dirán pero sí sé que era una niña penosa en extremo.
Eso, evidentemente, cambió. Y fue un cambio tan repentino que hasta a mí me tomó por sorpresa.
Salió a la superficie un alter ego cuyo nombre pocos conocen (y que no pienso revelar) y de cierta forma tomó el control. Noctámbula, sarcástica, directa y extrovertida, tantas características que pensaba que me eran totalmente ajenas.
Ahora supongo que ella se ha hecho más radical. Casi no se le ve por la superficie pero cuando sale aplica esa frase de “hell breaks loose”.
Así que si un día no me reconocen, ya saben quién llegó a jugar.
martes, 25 de noviembre de 2008
Rompiendo el silencio: contra la violencia patriarcal, lucha feminista
Otro año más, el 25 de noviembre se teñirá de negro y de silencio y volveremos a vernos abocadas y abocados a seguir llorando tras los cadáveres entre un mar de velas encendidas en recuerdo de las víctimas.
Pocas voces escucharemos reclamando convertir esta jornada en una auténtica jornada de lucha contra el patriarcado y su expresión más brutal: la violencia de género. Y, sin embargo, hay quienes tenemos el convencimiento profundo de que sólo así seremos capaces de romper con este macabro espectáculo que se sucede año a año y en el que todos los actores y las actrices tienen ya, de antemano, definido su papel.
No es posible que quienes refuerzan un mercado laboral basado en la explotación de trabajadores y trabajadoras y en el engorde del sistema financiero y otros parásitos capitalistas se lamenten de la situación de dependencia de las mujeres que las aboca inevitablemente a la sumisión.
No es admisible que quienes hacen imposible con sus “pactos sociales” (aunque clamen lo contrario) la conciliación de la vida laboral y familiar, se rasguen las vestiduras por tanta mujer abocada a la pobreza, a la exclusión, a la incultura y a la violencia.
No es aceptable que antes y después de los programas especiales del 25 de noviembre en todos los medios de comunicación, se nos bombardee con basura televisiva que sustenta los modelos familiares más tradicionales, la ideología del amor más rancia, el papel de las mujeres objeto más descarnado y legitima de manera constante el discurso de la Iglesia católica.
No es tolerable que se nos siga mintiendo con los recursos y los medios destinados a la lucha contra la violencia de género pues seguir engordando los juzgados especializados, las unidades policiales contra la violencia hacia las mujeres, los recursos para juicios rápidos o las cárceles sólo nos permite intervenir contra los casos más extremos pero no cuestiona, en absoluto, los cimientos de la sociedad patriarcal (antes bien, la refuerza, perpetuando el carácter de víctima de las mujeres - necesitadas de la “tutela” de las instituciones - y el carácter “protector” del Estado que invade así, con su filosofía penalista, todas las esferas de la lucha contra la violencia).
lunes, 24 de noviembre de 2008
La pequeña muerte...
Individualísimo, extraño, sonoro, contenido, explosivo, fugaz, deliciosamente eterno.
Es genial la frase "dime cómo te vienes y te diré quién eres"... me parece bastante acertada. El orgasmo dice tanto de la persona como las líneas de la mano a una gitana. Hay orgasmos furiosos, risueños, sutiles, cómicos, escandalosísimos.
Al respecto dice Galeano:
No nos da risa el amor cuando llega a los más hondo de su viaje, a lo más alto de su vuelo: en lo más hondo, en lo más alto, nos arranca gemidos y quejidos, voces de dolor, aunque sea jubiloso dolor, lo que pensándolo bien nada tiene de raro, porque nacer es una alegría que duele.
Pequeña muerte, llaman en Francia a la culminación del abrazo, que rompiéndonos nos junta y perdiéndonos nos encuentra y acabándonos nos empieza.
Pequeña muerte, la llaman; pero grande, muy grande ha de ser, si matándonos nos nace.
Cómo perder la paciencia en menos de lo que canta un gallo
Luego, una sale de casa esperando el tráfico adecuado para llegar un destino a las tres y media pe eme.
¿Será que tengo un ángel cuidándome las espaldas? ¿O qué significa que el coche de atrás choque estruendosamente con el taxista del carril de al lado? ¡Qué va! Se me baja el azúcar del susto...
¿Le habrá pegado al coche en que vengo y no sentí nada? ¿Qué venía escuchando en la radio mientras pasó lo que vi por el retrovisor?
¡Qué ángel, qué suerte!
°°°°
Uso mis manos-tijeras mientras el baboso de un camarógrafo me ve los pechos deseándolos, me toca por inercia y bromea (según él bromea), a mí no me parece chistoso y le doy un putazo.
Hay una línea divisoria en los momentos del aguante, que recién la cruzas y ya te crees libre. Y no...
Canciones de Barney, frases cagantes, comunicación cortada y así, en tres patadas: hoy no estoy para nadie...
domingo, 23 de noviembre de 2008
Distorsionando al Dinosaurio
...que pinche.
Moviendo energía
Curiosamente, el viernes en una comida de cumpleaños, empezaron a hablar de cuando uno se siente detenido y sin rumbo, entonces una mujer dijo que cada vez que sentía eso se ponía a ordenar su casa. No es que tuviera complejo de Bree Van de Kamp, sino que (según lo que ella dijo), ese es uno de los principios del feng shui.
Para mí tiene mucho sentido porque, finalmente, es representar de forma física un cambio interno. Como cuando congelas a alguien, como cuando cambias de look...
La cuestión con la limpieza de este tipo es reordenar todo, limpiar cada rincón polvoriento, deshacerse de lo que ya no se necesita y darle uso a aquellas cosas que quedaron enterradas entre un montón de chucherías.
Limpiar y ordenar es casi catártico, pone las cosas en perspectiva, me hace sentir más ligera y casi pareciera que también he hecho espacio en mi cerebro para que quepan más cosas y para que los pensamientos funcionen con mayor soltura.
Claro que apenas empecé, un domingo no es suficiente para terminar con el tremendo desorden que tengo en mi cuarto.
Y, como firme creyente en la entropía, de ninguna forma me propongo mantener ese orden por mucho tiempo.
sábado, 22 de noviembre de 2008
Uno del recuerdo
Por el profe Rene....
-Hola amigos, cómo están? yo les voy a enseñar a hacer un cañito.
-¡ ¡ ¡ ¡ Concha su madre, la pu... que lo remil parió, faso mal parido, mader faker, shit happed, a la mier..., me cago en mi pu... suerte, que lo parió. Etc...
-Perdón, luego de la ****da continúe. Teniendo el papel doblado, vierta la mandanga en su interior y con los dedos (de las dos manos) húmedos, comience a hacer un rollito.
-Teniendo el carrujo hecho, en la puntita enróllelo como un caramelo...
-Busque un cerillo o encendedor y......
-... encienda el churrito, aspirando y exhalando alternadamente.
- Si le sucede algo similar, recurra al nunca bien ponderado "bombero", humedeciéndose un dedo y opacando la zona afectada, para que el consumo sea parejo.
- cof! cof! cof!, retenga un poco el humo, hasta que le pique la garganta, pufcof... y repita la experiencia.
- je !...je !... relájate loco, piensa en nada o en la inmortalidad del cangrejo, escucha Pink Floyd... anda a ver, no sé, cualquier hua... ohhhhhhhhh... cha my MADER FAKER! je! je!
Resistencia navideña
Me pone enferma y no exagero. Poco a poco mi espíritu navideño va desapareciendo, no me emociona ni tantito ver que se acerca diciembre y ya no me hace ilusión adornar la casa (cosa que antes disfrutaba mucho).
Sí, el consumismo casi obligado de esas fechas me disgusta, pero tampoco he logrado evitarlo y termino cada año aterrada dentro de algún centro comercial tratando de comprarle regalos a todos y, al mismo tiempo, de conservar la dignidad y mi locura (cordura podrían llamarle si gustan). Todo en Navidad pareciera implicar gasto: regalos, comida, bebida, adornos, electricidad, gas... entonces si para Navidad no tienes lana, estás jodido y (lo peor) te sientes re jodido y hasta miserable.
Si sobrevives, llegas a enero agotado, casi en quiebra y con un montón de remordimientos (no debiste cenar tanto, por qué demonios comiste todos esos chocolates, debiste comprarle otra cosa a fulano porque él se lució con tu regalo, se te olvidó regalarle algo a mengana, hiciste pavo y zutano es vegetariano, no tienes idea de cómo vas a pagar la cuenta de luz...).
Con todo eso, siento que me convierto en El Grinch y me dan ganas de borrar la Navidad del mapa o de exiliarme en una cueva hasta que haya pasado todo. Prefiero mil veces la Navidad de Jack Skellington a la que ahora nos quieren enjaretar como la auténtica Navidad. ¡Exacto!
Pero no es justo ¿no?
La Navidad es otra de las festividades del año y debería uno poder disfrutarla igual que las demás (salvo el 14 de febrero, esa festividad sí que me caga).
Por todo eso, este año decidí unirme a la Resistencia Navideña.
Me voy a afianzar en lo que aprecio de la Navidad, como compartir con familia y amigos, recobrar la costumbre que tenía desde hace años de escribirle a mis seres queridos una carta (que no tarjeta navideña), hacer con mis manitas los regalos que quiera dar, reducir el consumo de energía eléctrica (caray, no se nos puede olvidar la cuestión del calentamiento global) y tratar de que sea una época no sólo de reflexión (es que si sólo te pones a pensar en lo que hiciste o no hiciste, lograste o no lograste durante el año, me cae que puedes terminar llorando), sino de propuestas (nada de propósitos, sino un tipo de planeación a corto plazo con metas sencillas y no pretenciosas).
Esa es mi forma de decirles "jódanse" a todas las campañas de mercadotecnia navideña asquerosa y secuestrar la Navidad.
A ver qué tal me va. Ya por 'ai de febrero les contaré.
Me acordé de esta canción, es un villancico navideño pero lo escuché hace tiempo versión Miss Piggy con un pequeño twist en la letra muy ad hoc para este año jajaja.
Christmas is coming
Christmas is coming,
The crisis is getting fat,
Please put a penny
In the old man's hat.
If you haven't got a penny,
A ha'penny will do,
If you haven't got a ha'penny,
Then God bless you.
(Aunque seguro el final también cambiaría a algo así como then oh fuck you! jajaja).
viernes, 21 de noviembre de 2008
Friday I'm in love
Tengo tos y la garganta en calidad de falda hawaiana. La pregunta es: ¡¿Cómo le voy a hacer para estar al frente, hablando por dos horas?!
Cazadora
Ella lo espera, sin prisa, sin demasiada sed: sabe que una historia siempre crece dentro de las uñas, sobre los nudillos rotos. Y no hay mucho qué hacer si uno se suelta. Si se deja ir por el cuerpo del otro, por los canales de la piel que hunde las costillas; hasta que uno deja a la lengua del otro jugar con el ombligo, iniciar el angostísimo camino al infinito.
Pero él la suelta de pronto, justo cuando ya descendía por el pecho izquierdo. No dice nada, no necesita decir nada, ella lo intuye: le duelen, como a ella, las yemas de los dedos, las coyunturas; ha desgastado su huella en tantas historias que teme quedarse sin laberintos en la punta de la piel, quedarse sin piel, sin carne.
Ella lo abraza, le dice que no importa, que tal vez, algún día. Porque sabe que ella será quien lo busque de nuevo, y lo dejará cazarla sin que él se dé cuenta, sin que él le perciba la sed, las ganas de hundirse en ese pecho muchos años.
Lo siento, dice él. Y ella también lo siente, pero sabe. Volverá para ser buscada, atrapada por él y, entonces, la mano bajará, y ascenderá, y le dibujará sus laberintos en la piel hundida. Aunque tenga que aparecer muchas veces, muchos días disfrazada de azar y coincidencia.
jueves, 20 de noviembre de 2008
Pre-textos
miércoles, 19 de noviembre de 2008
Se acerca la Navidad
No se apure, querido consumidor, le tengo una solución certera: ¡regale un libro!
Pero, preste oreja (¿o debo decir ojo?)... El arte de regalar libros requiere la afinación de precarios balances, el justo empate entre lector y lectura. El emparejamiento debe ser certero. De nada sirve comprarle, digamos que a esa amiga que se desvela porque el jefe se le declare en una escena que deje corta a la final de Richard Gere en Pretty woman; repito, a esa amiga de nada vale regalarle Crimen y castigo (aunque sí le convendría leerse a Madame Bovary o a La hija del capitán, de Chejov, en vez de ese libro de Pablo Cohelo que la tiene pensando en pajaritos chileros preñados).
Por ello he desarrollado una estrategia que quiero compartir con ustedes.
Como la psicología ha suplantado todo lo que tiene que ver con calidad en el predio de la cultura, me sumo a los hunos y presento este método ejemplar. Funciona así: para cada personalidad existen libros de sensibilidades hermanas. Después de profundas reflexiones he desarrollado la siguiente lista que quiero compartir con ustedes. Quizás los ayude a desarrollar su propio método de regalar libros.
Tipo #1 El maniaco-depresivo: Si usted tiene un amigo que romantiza la muerte, la soledad, el comentario que siempre desentona (con tal de verse raro y profundo), regálele Tokio blues de Haruki Murakabi. La cantidad de suicidios y depresiones dejará pasmado a su amigo. Además, le estará regalando un clásico de la literatura contemporánea. Este libro, se lo aseguro, le va a encantar.
Tipo #2 El depresivo ideológico: Este tipo de personalidad vive convencida de que la vida no vale nada; de que el hombre es el lobo del hombre y de que ningún cambio político, social o espiritual desviará la caída de nuestra especie en destrucción. Si usted tiene en su lista navideña a alguien así, esta Navidad regálele la novela El pintor de batallas, de Arturo Pérez-Reverte. El conocidísimo autor español se aleja del recuento de aventuras para echar una mirada a la guerra. El pintor de batallas es una excelente novela, quizás la mejor de Pérez-Reverte, aunque en ella, el autor no convoca a su Capitán Alatriste, sino a la tristeza de haber sido reportero de guerra en una sociedad que idolatra el espectáculo.
Tipo #3 El calientito: Su actividad favorita es la tasación glútea. No existe chica que no encuentre comible, y cuando se toma dos tragos de más, hay que tenerle miedo, porque ni una, que es amiga del alma, se salva. Para este amigo de personalidad hipersexual le recomiendo dos libros, el primero Helarte de amar del escritor peruano Fernando Iwasaki Cautí, y el otro La mano del fuego, del mexicano Alberto Ruy Sánchez. Ambas lecturas le estimularán la bragueta y el cerebro, o viceversa, que es lo mismo. Recuérdele a su amigo que ambos órganos deben ser cultivados o si no, sufre la posibilidad de que uno o ambos, comiencen a fallar.
Tipo #4 La hiperfeminista: Esta Navidad será fácil regalarle a esa amiga que no para de tronar contra los hombres y sus veleidades, contra el sistema patriarcal y contra la perdurable opresión de la mujer. Cualquier obra de Doris Lessing, aquella ganadora del Premio Nobel, es buena selección. Yo le recomiendo Diario de una buena vecina y The golden book para empezar. Y para ponerla en contexto, a su amiga hiperfeminista también le regalaría Orlando, de Virginia Woolf.
Tipo #5 El technofreak iPods, MySpace, YouTube, ¿usted tiene un sobrino o sobrina que no puede vivir sin todos estos gadgets? ¿Cuando la luz se va amenaza con el suicidio? ¿Todo lo que lee, si lee, es de ciencia-ficción? Nada más que para choquear a este elemento, yo le regalaría El año del desierto, de Pedro Mairal. Es para ejercitar la mente e imaginarse un mundo en el que la civilización poco a poco desaparece. Reta, pero a fin de cuentas, le va a encantar el libro.
Y eso es todo por esta temporada.
martes, 18 de noviembre de 2008
¡Vámonos!
Departamento de quejas
Sigo sin entender por qué el juez Garzón se echó para atrás con la iniciativa de la Memoria Histórica. Pareciera que lo presionaron y terminó por lavarse las manos. Faltará ver si los juzgados hacen algo al respecto.
Si el PRD ya estaba agonizando, el TEPJF le dio el tiro de gracia al fallar a favor de Chucho Ortega. Ahora Encinas declara que no se va del partido pero rechaza la Secretaría General. Yo, honestamente, dudo que se pueda rescatar lo que queda del PRD pero hay gente bastante ingenua. Finalmente parece que lo que queda de la izquierda mexicana apesta a podrido, murió y nadie le ha avisado.
Pepsi anunció que va a hacer un masivo recorte de personal. En México eliminarán 2200 empleos (la cantidad de empleos que recortarán en el resto del mundo es mucho menor). ¿Qué se hace en estos casos? ¿Cuál sería la forma más coherente de protesta ante esto?
Me parece un terrible insulto el spot televisivo que sacaron con las "estrellitas" del Canal de las Estrellas. Algún cerebro de comunicación social de Televisa, la benemérita empresa, se le ocurrió diseñar ese mensaje televisivo que nos habla del miedo.
Tenía rato de no ver TV, y que me topo con ese bodrio.
No me lo van a creer, pero en serio me propuse ver este mensaje con los ojos más desprejuiciados y equilibrados que pude. Pero nomás no se puede.
Ahí salen una bola de inútiles diciéndole a los mexicanos que salgamos como siempre, “a partirnos el lomo trabajando” (Yo no le entro; sí trabajo y le echo ganitas, pero ya partirme el alma sería espantoso). ¿Y si no se tiene trabajo? ¿Y si se tienen 3 trabajos y aún así no alcanza? ¿No sería mucho más leal hacia el pueblo de México que esos débiles mentales (que, sobra decirlo, ganan MUY bien) le exigieran al gobierno un aumento del salario mínimo y la creación (real y no estadística) de empleos? Si me encuentro a la Galilea o a la Trevi por la calle, ojalá que alguien me agarre antes de que me les eche encima con toda la furia del desempleo de algunos de mis amigos. ¡Qué miedo!
En fin, hoy ando quejumbrosa y malhumorada, pero la situación mundial no ayuda mucho a mejorar el humor.
sábado, 15 de noviembre de 2008
.:.:.
De esas veces que uno se despierta y no sabe cuánto tiempo llevaba durmiendo. Luego me entró la duda y de ahí en adelante no hice más que cuestionarme y malviajarme.
Todo parecía tan viejo, tan gastado, tan conocido y reconocido. La mesa se veía triste, como una reliquia atorada en una cocina caduca, el piso cansado de ser caminado, la ventana opaca por meses de incesantes lluvias.
Me dieron ganas de estar dormida de nuevo. El problema era que para esas alturas no sabía si eso era el sueño o la realidad. Sentía los ojos hinchados, la boca pastosa; tal cual como si acabara de despertar y sin embargo mi mente se negaba a aceptarlo como cierto por más que tratara de convencerla.
Entonces se me hizo lógico cerrar los ojos y tirarme en el sillón. Al poco rato estaba con los ojos apretados para no ver la mesa, parecía una presencia fantasmagórica. Terminé dándome la vuelta y mi nariz quedó clavada en los cojines que olían a tabaco, humedad y sándalo.
Libre ya de la visión de la mesa fantasma, mi mente se dedicó a viajar en el aroma del sándalo, parloteando sobre la utilidad del incienso, recriminando a aquellos que lo odian, imaginando nubes de humo de colores, hippies, comunas, flores...
Me desperté. Eso pensé, que ya estaba despierta.
viernes, 14 de noviembre de 2008
Lunas
Esa noche te fuiste caminando a pasos lentos y nunca miraste hacia atrás. Lo sé porque me quedé esperando a que lo hicieras, tanto tú como yo sabíamos que si veías todo aquello que estabas dejando, no podrías irte jamás.
Por mucho tiempo pensé que habías tenido que marcharte, que no tenías otra opción, que era absoluta y totalmente necesario. Ahora sé que quisiste irte, que lo deseabas y eso hace más maravillosa tu partida.
Hasta hoy no había pensado en la posibilidad de tu regreso. Quizá porque pensé que te ibas forzado, quizá porque era más fácil archivarte en el cajón de los que no volverán.
Aquella noche la luna ni siquiera brillaba mucho, no era luna nueva ni llena. Me quedé parada tratando de encontrarla entre las nubes y sólo alcancé a ver una uñita de luna "Pinche luna pichicatera" pensé "no alcanza ni para despedirte a ti".
Hoy camino en esta hermosa tarde y una luna tempranera parece acompañarme. Recuerdo la luna de aquella cena con los amigos, la del cumpleaños de mi hermana, la luna esplendorosa que no me dejó dormir por días cuando más cansada me sentía, aquella luna discreta que iluminó mis besos... Tengo una luna para cada momento divino.
Hay suficiente luna para todos.
jueves, 13 de noviembre de 2008
Piel
Gracias al internet, gente que vive a miles de kilómetros puede comunicarse a diario, incluso es posible hacer amigos. Pero claro, esto es como la dinamita, que fue inventada para facilitar el trabajo en la mina y, una vez en las manos de los humanos, fue utilizada para matar.
El caso del internet no es tan radical, pero sí preocupante cuando éste es el único medio de comunicación y las emociones se traducen en correos electrónicos o besos en gif, llegando incluso a culminar en algo que hacen llamar cibersexo.
La piel es, a veces, una barrera, pero superarla es uno de esos placeres divinos que la vida ofrece de cuando en cuando. Afortunadamente, para eso el humano dispone de lengua, manos, nariz, ojos y oídos. Cinco sentidos para disfrutar de una piel.
Internet está bien para acercar, pero jamás debe sustituir una caricia.
miércoles, 12 de noviembre de 2008
Aretha Franklin, la mejor voz de la era del rock
Dark side of the moon
No duerme aquí por gusto, el veterinario recomendó reposo porque mi gato volador se lastimó una pata. Tampoco crean que le llamo gato volador por aquella nefasta canción, le llamo así porque tiene la mala costumbre de aventarse desde el techo de mi casa. Es un gatito flojo, no le gusta bajar por los árboles y como descubrió que si salta no se mata, pues ahí anda volando por los aires hacia el suelo.
En mi casa llueven gatos.
Este día parecía que la melancolía se despedía pero sólo se aleja y regresa a ratos, como marea.
Ya no sé si me caigo mal o me cae mal la melancolía. La mayoría de la gente me dice cosas como "échale ganas", "ya no estés triste", "sonríe"; claro, qué más pueden decirle a una loca melancólica.
Digo que ando en el lado oscuro de la Luna, suena romántico, suena a Pink Floyd y cualquier cosa que suene a Pink Floyd es mejor que decir simple y llanamente "estoy triste".
Me sigo negando a hacer el recuento de mis miserables tristezas. Tal vez porque una parte de mí piensa que si las ignoro se aburrirán tanto que terminarán yéndose por donde vinieron, quizá es porque a algunas les tengo miedo.
Siento como si mi personalidad se partiera en dos. Ahí está una de las que me habitan melancólica y quejica, del otro lado está aquella que es sarcástica y feroz. La segunda aborrece a la primera y se pasa el tiempo reclamándole ese estado. En medio de todo eso estoy yo (la que las une a todas) sin saber muy bien qué hacer.
En mi casa habita una loca a la que habitan muchas locas más.
Merlín parece haber conciliado el sueño. Ya las medicinas deben haber hecho efecto.
Resulta reconfortante tenerlo a mi lado esta noche, puedo escuchar su respiración calmada y de cierta forma me calma a mí también. No hay música para acompañar esta madrugada, ni música ni televisión, sólo el sonido de mis dedos golpeando las teclas, la respiración de Merlín y ese particular sonido del tabaco chamuscándose con cada jalón.
En mi cueva estoy sola con Merlin. La soledad cala a ratos y luego llegan tus palabras y llenan un espacio que, aunque no se toca, se siente. No abrazaré mi tristeza y tampoco la echaré de aquí a patadas.
En mi cueva el humo baila con la oscuridad.
Principito, gracias por ser tú, por compartirte así, por tratar de entenderme, por aconsejarme.
martes, 11 de noviembre de 2008
Los lectores de "El Norte" opinan!
En ese caso, puedes darte una vuelta por la sección de comentarios que hacen los usuarios sobre las noticias en la versión en línea del periódico El Norte.
Es un verdadero vistazo al espíritu regio contemporáneo. Y el mejor hobbie EVER que he encontrado en días de abulia. Veamos:
Sobre la noticia de los servidores públicos de la PGR que recibían 450 mil dlls mensuales del narco a cambio de información, Paula es directa y cívica, grrrr. You go, Paula!
3.
paulamty 27 de Octubre del 2008 Ranking 100% Califica esta opinión
Traidores a la patria.
Sobre el lanzamiento de la autobiografía de Lupe Esparza, Brenda hace lo que yo, cuando quiero verme classy y políticamente correcta, citar a Hans Christian Andersen (El Patito Feo).
Brenda Monterrey 27 de Octubre del 2008 Califica esta opinión
Este tipo de personas, que salen adelante a pesar de las adversidades, son las que hacen la diferencia en el mundo. Podrá decir que es feo, pero cuántos guapos ricachones conocemos que son unos desgraciados con sus mujeres, con sus familias, en cambio, este hombre "feo" resultó ser el cisne que venía del patito feo.... es una chulada de señor, que Dios lo bendiga, por su sencillez, humildad, y las gracias que Diosito le dio.
Sobre los accidentes viales a causa de la lluvia, Abraham comenta, Elizabeth admite que Sampayo es una influencia en su vida y Anónimo (como en las Kermeses) le da a Abraham una lección de vida.
10.
Abraham monterrey 27 de Octubre del 2008 Ranking 40% Califica esta opinión
si manejamos a 40km por hora, llegariamos a nuestros destinos en 2 dias.
7.
elizabeth ruiz Cumbres, Monterrey 27 de Octubre del 2008 Ranking 50% Califica esta opinión
deberíamos hacer lo que tantas veces a sugerido Sampayo, si todos manejáramos a 40 o 50 Km., no habría congestionamiento, todo es por los correlones que se levantan tarde y no se toman su tiempo...
Anonimo N.L. 27 de Octubre del 2008 Ranking 60% Califica esta opinión
PARA ABRAHAM (que dice que si se manejara a 40 kph llegaria en dos dias a su destino), entonces maneja a mas de 100 kph y mas en dias que llueve y llegaras en UN SEGUNDO pero al cielo pero ya petateado por manejar a exceso de velocidad por eso es mas importante cuidar nuestras vidas y la de los demas y no que al rato esten llorando nuestros familiares.
domingo, 9 de noviembre de 2008
¿Te dije?
Me gusta estar en cama, que empiece a sonar el celular y ver tu nombre parpadeando en la pantalla. Siempre sonrío con esas llamadas, incluso si estoy medio dormida - medio despierta.
¿Te he dicho que me gusta estar contigo?
Hoy fue especialmente lindo porque me gusta caminar en estos días de fresco-frío y caminar contigo (aunque fuera poco) es aún mejor.
Me parece que hoy se fueron las telarañas o quizá es que me gusta mucho estar contigo y se me olvidan mientras estamos juntos. Cualquiera de las dos opciones me parece buena, nomás que si es la segunda, tendríamos que estar más tiempo juntos para que no vaya yo a terminar convirtiéndome en una pseudo-EMO (jeje, conveniente ¿no?).
En fin, no sé si te dije que te quiero pero, por las dudas: Te quiero (y mucho).
viernes, 7 de noviembre de 2008
Confesión seminocturna
Hay cosas que sólo se pueden decir de noche…
Por eso dejo que la imaginación vuele: suena el teléfono y es tuya la voz al otro lado de la línea, cierro los ojos para recrearte mientras te escucho. Puedo percibir tu respiración, el roce de tus manos sobre la ropa, el roce de tu piel contra el auricular.
De la conversación ligera entramos al “nosotros”, a mencionar esas palabras que son como gatillos. Tu voz se torna más profunda, la mía más suave. Te digo “ven” y vienes...
…y entonces sí, como dice Galeano, te arranco las ropas y las dudas…
jueves, 6 de noviembre de 2008
No quiero ser una palabra gastada...
No quiero ser una palabra gastada, que de tanto usarla una y otra vez sin sentido, pierde su esencia, su significado, su magia.
Por eso he decidido tragarme las palabras que llegan cuando estás, por eso pondré mi mundo a dieta de palabras.
No quiero volver a aquello del brillo en mis ojos y el brillo en tus ojos y luego nada más que oscuridad. El brillo es la expectativa, el misterio, el viaje.
Si se cansan tus pasos antes de iniciar el camino, no vale la pena que muevas un músculo más.
No quiero otro cuento de hadas porque siempre acaban mal.
No quiero ser la princesa en apuros ni la sirena que se pierde entre la tierra.
No quiero buscar razones para no sentir y pretender que la distancia es mayor...
martes, 4 de noviembre de 2008
La historia de los pequeños hombres
Cada uno vivía en su propia cáscara de nuez y todas las cascaritas flotaban en un río. Tan chiquitos eran los ojos de los pequeños hombres que no alcanzaban a ver más allá de su cáscara, y como eran sordos, hablaban y hablaban sin saber qué demonios decían.
Estos pequeños hombres gobernaban al mundo.
Morfeo y la revolución
Y no crean que es porque duerme a todos. Nada de eso.
Resulta que ayer se me ocurrió que era buena idea invitarlo justo antes de ir a dormir. Me imaginé que así podría infiltrarse en las cabecitas de todos y empezar a construir sueños revolucionarios. Creí que sería lindo que todos durmieran haciendo pequeñas revoluciones, casi podía ver diminutas partículas revoníricas flotando en el aire...
Tienen permiso de llamarme ilusa, soñadora, ingenua...
Para cuando me tumbé en la cama dispuesta a dejarme llevar hacia los sueños revolucionarios, Morfeo me tenía preparada otra sorpresa (ya decía yo que no se debe confiar mucho en él). Nada de sueños, ni siquiera ensoñaciones y nada revolucionario.
Tan sólo una tormenta de pensamientos estúpidos acompañados por un insomnio desesperante.
Morfeo queda descartado como integrante de mi grupo subversivo.
lunes, 3 de noviembre de 2008
Epitafios
¿Qué quieren? Soy díscola con los gusanos y no me agradaría que se dieran un festín con mis restos físicos. Además, soy práctica, eso de que la metan a uno en un ataúd es sólo desperdicio de espacio.
Siempre me ha gustado la relación entre el fuego y el renacimiento. Me parece romántico y místico. Así que con mayor razón opto por la cremación.
Ahora bien... no me agradaría en absoluto que mis afectos terminaran con una urna estorbosa que no vaya con la decoración de su casa, así que preferiría que mis cenizas se esparcieran en un bosque.
Teniendo tooooooodo esto en cuenta, mi epitafio vendría siendo una placa en un árbol en la que se leería:
Jaqueca
Jaqueca, ja-que-ca, jaqueeeeeeeeecaaaaa... repetía una y otra vez en su mente, casi como un mantra, como si al hacerlo lograra atenuarla.
En las horas de ocio se dedicaba a pensar en distintas e intrincadas formas de perder la cabeza. Se le antojaba desatornillarla y hacerla rodar hasta el terreno baldío que estaba cerca de la oficina o enviársela en una caja con moño a aquel ex novio que nunca la entendió: “Úsala en vez de la tuya, sufre de jaqueca pero al menos sí funciona”.
Para las tres de la tarde, su hora de comida, ya había vomitado tantas veces que del apetito sólo le quedaba el recuerdo. Se veía aún más desmejorada por las ojeras que teñía el rimel debajo de sus ojos, se daba cuenta por las miradas de los compañeros pero estaba demasiado ocupada –ja-que-ca, jaaa-queee-caaa– para hacer algo al respecto.
Meses y meses con dolor de cabeza. De noche, de día, de tarde, de madrugada; sempiterna jaqueca. Hasta en sueños la tenía. “Discúlpame cariño, me sigue doliendo. Perdón jefe, ahora borro la palabra jaqueca de la portada. Hola, buen día, mi nombre es jaqueca... perdón, Jaqueca”.
Escribía y escribía en un cuaderno: queja, jaca, ceja, caja, queca, jue... tengo una queja de la jaqueca, me gustaría guardar la jaqueca en una caja, mi ceja se frunce por la jaqueca, está de la queca la jaqueca, la jaqueca no se jue...
Pero sí se fue, un día despertó y para cuando estaba saliendo de casa se dio cuenta que ya no sentía ese terrible dolor. Entonces se sentó en la banqueta y lloró y lloró; no era que extrañara el dolor, es que se fue sin despedirse.
domingo, 2 de noviembre de 2008
Llorar el llanto
El Principito dice que si uno no necesita razones para reír, por qué necesitaría razones para llorar. Yo lo reflexiono por un minuto y le doy la razón. El Principito propone llorar de distintas formas, como si se estuviera preparando un personaje. A mí me parece una propuesta maravillosa esa de hacer del llanto algo productivo.
Luego me pongo a pensar que, finalmente, el llanto siempre es productivo. Una llora la frustración, la tristeza, la rabia, la felicidad, la desesperanza, el éxtasis. Y claro, en casos como éste, uno llora el llanto sin que eso sea redundante, llora la angustia cimentada en la nada, llora las lágrimas que parecen pedir a gritos ser lloradas.
Si lo vemos desde la perspectiva de una de las que me habitan, ese llanto es más bien una medida de precaución, es sólo abrir el grifo un rato para que la presa no termine por explotar. Exceso de lágrimas ¿Se habrá visto cosa así antes?
El gran Girondo diría:
Llorar a lágrima viva.
Llorar a chorros.
Llorar la digestión.
Llorar el sueño.
Llorar ante las puertas y los puertos.
Llorar de amabilidad y de amarillo.
Abrir las canillas,
las compuertas del llanto.
Empaparnos el alma, la camiseta.
Inundar las veredas y los paseos,
y salvarnos, a nado, de nuestro llanto.
Asistir a los cursos de antropología, llorando.
Festejar los cumpleaños familiares, llorando.
Atravesar el África, llorando.
Llorar como un cacuy, como un cocodrilo...
si es verdad que los cacuíes y los cocodrilos
no dejan nunca de llorar.
Llorarlo todo, pero llorarlo bien.
Llorarlo con la nariz, con las rodillas.
Llorarlo por el ombligo, por la boca.
Llorar de amor, de hastío, de alegría.
Llorar de frac, de flato, de flacura.
Llorar improvisando, de memoria.
¡Llorar todo el insomnio y todo el día!
Y yo digo ¡salud! mientras lloro el llanto llorando.