¡Chale!
Chale es una de mis palabras favoritas. La digo bastante seguido, la uso hasta cuando no sé qué decir.
Entonces, ahora llegó el momento de hacer la lista de las cosas que hacen que yo diga "¡Chale!" con ganas y medio tragándome el "me lleva la chingada" (pardon my french).
1. Que se me acaben los tabacos cuando la conversación se pone buena o que se acabe la conversación cuando acabo de pedir la siguiente taza de café.
2. Cuando se me va un nombre o una palabra en el preciso instante que quiero usarla. Que me acuerde cuando ya no viene al caso (aunque ahí el chale siempre sale entre risas).
3. Los hombres que se enamoran de una sin preocuparse por la conquista, por al menos tratar de seducirme. Nel con esa onda de "¡Ya! A partir de este minuto estoy enamorado de ti y me vale si tú no". Lo siento mucho pero el amor no es contagioso.
4. Que se trabe mi computadora o cause error el explorador cuando estoy en lo mero mero de cualquier cosa.
5. El insomnio que llega esas noches en las que realmente tengo ganas de dormir.
6. Los intolerantes, racistas, xenófobos, homofóbicos y demás. Los mexicanos que se sienten que por tener varo son mejores que el resto, los mexicanos que quieren separar a los demás en panistas o perredistas.
7. Por fin decidir qué blusa me quiero poner y descubrir que se me olvidó lavarla.
8. Las fucking hormonas revolucionarias que se ponen locas sin decir agua va, voltean todo patas arriba, sacan a la Drama Queen que me habita y luego se van sin decir adiós.
9. Que en varios lugares del mundo crean que Maná, Luismi y Arjona son representativos de la buena música mexicana (Arjona, gracias a Dios, no es mexicano).
Me largo a fumar... ¡Chale, se me terminaron los camellos!