Ya no me escondo de ti, ya no tengo miedo.
He aprendido a quererme más, a dibujar mis pasos sobre el camino sin necesidad de esperarte.
Soy más independiente de lo que pude parecer algún día y sé que ya no necesito a nadie que marque mi rumbo si me tengo a mí.
Soy capaz de escupir sobre tu sombra, de escupir sobre todos y cada uno de mis recuerdos.
Ahora sé que aunque haya momentos en que no lo crea, sola, soy capaz de tejer los hilos de mi futuro.