Y también las supermodelos, las princesas, la Madonna, las buenonas…!!!
Queridas amigas, el Freak Show ha elaborado un minucioso estudio para mostrarles los mejores trucos en el tan común caso en que las sorprenda ese odioso “apretón” en los peores momentos, en los peores lugares. La entrada de hoy está dedicada a: “El momento cacas en la oficina”.
Todo empezó hace unos días, cuando La Zorris (el anonimato ante todo) empezó a enviarme mensajes a diario:
- La Zorris(LZ): Nena, me estoy cagando!
- Romina(R): Chingao, pues caga!
- LZ: Nena, estoy en la oficina. No me atrevo!
- R: No pasa nada, yo lo hago 2 veces al día!
-LZ: Me da vergüenza!
-R: Qué, sólo tú lo haces en el mundo? Los demás no tenemos esfínteres e intestinos?
-LZ: Ash, te estoy pidiendo ayuda, no que me des un sermón.
-R: Pues ve y CAGA!
-LZ: Mejor que se revienten mis tripitas.
Entonces decidí documentarme e investigar sobre el tema y aquí presento, en 4 puntos, el manual sobre cómo ser un gran cagador y salir triunfante de tu hazaña:
1. Que no haya testigos. Para ello se realizó un seguimiento de horarios de las demás mujeres de la oficina, llegando a la conclusión de que el mejor momento para ir al WC era la hora de comer, porque toda la oficina se queda vacía. Lo malo es que siempre hay alguna aguafiestas que se dedica a hacer horas extra y te puede fastidiar el plan.
2. Que el escenario de tu misión esté limpio. Esto no es fácil, puesto que (nos avergüenza reconocerlo pero hay que decirlo…) los baños de las mujeres siempre están tan sucios que parece que hayan pasado por ellos la Muñe y sus 30 primas (*la Muñe es una amiga de La Zorris que, lavándose los pies descubrió que tenía dedos). Y no me lo explico!! Las ves a todas ellas tan monas, tan arregladitas, tan peinadas, oliendo tan bien… Y no saben que mientras se hace pipí no se debe bailar reggaetón, porque se sale todo! Que el suelo no es la papelera de las toallas sanitarias! Y que si aprietas el botoncito que hay sobre la cisterna, magia!, el inodoro se lo traga todo y las que vienen detrás no tienen que ver tus intimidades!
Bueno, si en vez de un cómodo y limpio WC te encuentras con una pocilga, aprieta el culito y reza para llegar entera a casa! En caso contrario, limpia la taza con un trocito de papel antes de sentarte sobre ella. (Hiperimportante!!!! SIEMPRE –repito SIEMPRE– lleva un par de kleenex en el bolso, porque jamás encontrarás un trocito de papel higiénico en un km de diámetro para tu momento cacas!!!).
3. Sé rápida, hábil y discreta. Puede aparecer alguien cuando menos te lo esperes, así que no te lo tomes con calma porque, recuerda, esto es una situación de emergencia. Si se da el caso, vuelve a apretar las pompis hasta que estés segura de que se hayan ido, por si acaso acompaña algún residuo de metano. En cuanto lo sueltes jala la palanquita del agua, antes de limpiarte el culo, así queda menos olor! Luego límpiate bien, no seas cochina! Y sal cuanto antes.
4. El toque final. Sal corriendo pero en silencio, y cierra la puerta detrás de ti, así las demás creerán que está ocupado y no entrarán. Entra en el baño contiguo y jala la palanquita, como si salieras de ese baño. Y lo más importante: Sal con la cabeza bien alta! Como si no hubieras hecho nada, porque las mujeres somos muy listas y olemos el miedo!
Nueve de cada 10 mujeres que ha seguido las instrucciones de este manual aseguran sentirse mucho mejor. Ahora tienen mejor humor, un cutis estupendo y duermen mejor por las noches.