jueves, 10 de abril de 2008

Veneno


Hoy llego hasta ti con la lengua llena de veneno, y en el veneno el dardo, y en el dardo la palabra.


Hoy vengo con el dedo levantado y un cigarro en la mano… porque nací así, en blanco y negro, para que tú me pintes, si te atreves, de colores.


Nací tres días después de lo previsto, nací rebelde porque nací cuando me dio la gana, no cuando me lo dijeron. Así que yo voy a hablarte hoy, voy a enseñarte los pájaros que vuelan en mi cabeza, para que vuelen en la tuya tres días después… cuando a ti te dé la gana.


Que no voy a sorprenderte, que no van a sonar arpas cuando me veas… que soy lo que ves, que soy de carne y hueso, que habrá días en los que no te me antojes… y días en los que te coma a besos.


Que soy la princesa puta sacada del cuento, la renegada, la arpía si lo prefieres; la promiscua que regala el cuerpo sin implicarse si no vale la pena el corazón; la que regala el corazón en contadas ocasiones, la que te mata de frente, la que no traiciona. La que no le tiene miedo a nada salvo a tener miedo… que yo no tenga miedo te asusta más que tu propio miedo.


La mujer fría y con temple, la huérfana de cuidados, la que anda escarmentada… la que te montará con los ojos abiertos para no perderse detalle. La que invadirá tu vida sin permiso, la ladrona que sabrá hacerle el puente a tu corazón para que arranque aun cuando tengas miedo de que te lo rompa… porque quizás sí… quizás vengo insolente a rompértelo, a quebrártelo, a despedazártelo… o quizás vengo a envolvértelo entre algodones, a bordarlo con letras doradas en las que escribiré que te quiero… porque soy la cambiante… la tierna mujer de hielo que esconde un fuego que calienta y no quema… la señora de tu calle, la puta gratis de tu cama, porque uno es infiel hasta que se enamora de una mujer con personalidad múltiple…


Soy la que te atará a la cama sin ninguna cuerda, la que te hará morder fresas de mi boca, la que dejará que la sometas a tu ternura, porque puedo ser tu pecado y el perdón del cielo en una sonrisa… carácter, torbellino, caballo desbocado que sólo puede domarse con susurros, sin estribos y sin sillas, hay que sentir su piel, montarlo a pelo, trotar en su locura.


Soy la que da sin pedir, la que se va cuando está cansada, la que no te censura… la asidua a las copas de tus ojos, la que se emborracha con tu mirada, la que te enseñará lo peor para que no pierdas tiempo.


La promiscua que es capaz de regalar el cuerpo sin regalar el alma si el corazón no vale la pena, la que tiene el control de no implicarse, la que se marcha si ve que implicarse no es lo que le interesa. La que es egoísta porque anda buscándote.


La que cuando te encuentra te regala el corazón sin que tan sólo hayas demostrado merecerlo, la nudista urbana de sentimientos… porque cuando la princesa puta del cuento decide quedarse, se queda y no se marcha, y no necesita castillos de piedra ni corona para coronarte, ni riquezas para enriquecerte, ni alimento para alimentarte.


La arpía que amará con la intensidad de las arpías disfrazadas. La manzana mordida, saboreada, a la que abandonaron sobre el manzano antes de comerse la parte más dulce del fruto.


Soy la que se levanta por las mañanas despeinada, la que anoche jugó con su pie izquierdo en tu espalda mientras adivinaba una canción, todo lo demás… todo lo hermoso… será culpa tuya… serás tú el que saque lo mejor de mí… el que me haga ser mejor persona… será culpa tuya por quererme tal y como soy.