viernes, 18 de abril de 2008

Adiós


En mi recolección de adioses, voy llevando conmigo lágrimas que automáticamente salen haciéndome cosquillas por las mejillas (mientras se va riendo el corazón)...



Muchos fueron, hoy no son... Pero los que quedan, me llenan hasta los rinconcitos más escondidos del alma... Y me hacen extrañar por adelantado, querer retenerlos dentro de mí sin que importen espacio, ni tiempo y agradecer que entre tantos caminos, se cruzaran (al menos un ratito) con el mío, dejando sus huellas (imborrables, profundas), que aun cuando sube la marea, no se dejan llevar (y mantienen este corazón equilibrista en pie y haciendo piruetas para no caer al piso)...



Mientras me muevo y me muevo, para que no me deje atrás, este mi mundo, que no se detiene...


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El gran compañero Andrés Castillo Pérez se fue esta mañana, ya no alcanzó a llegar a esta redacción.



Fue la primera noticia que tuve al llegar a la caseta de entrada.

Rostros tristes, ojos enrojecidos. Hoy por la noche se velará su cuerpo.

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Anoche, el Club de Beisbol Sultanes de Monterrey y su afición le brindaron un minuto de aplausos.
Se jugaba la tercera entrada entre Sultanes y Potros, cuando la fotografía de Castillo Cástulo Pérez apareció en la pantalla gigante del Estadio Monterrey, siendo este recinto el último lugar donde efectuó su labor.




Personas que conocieron a Castillo rompieron en llanto al ovacionarlo, pues saben que 60 segundos de aplausos no son suficientes para reconocer el tremendo trabajo que realizó a lo largo de 15 años en nuestro periódico, MILENIO.

Andrés Castillo plasmó en sus gráficos a infinidad de personas del ámbito local, de la farándula y medio deportivo, pero a partir de ayer ascendió a un mejor puesto, ya que será el fotógrafo oficial del Ser Supremo más importante para muchos.
Duele que Andrés ya no continúe en las instalaciones de MILENIO, pero lo cierto es que de ahora en adelante trabajará en un sitio en el que no cualquiera tiene acceso, ya que sólo los hombres honestos que luchan en su vida por alcanzar objetivos llegan ahí, al cielo.
Y tal como lo hizo por muchas temporadas, Cástulo podrá seguir con su gusto de fotografiar a la novena regia, pero esta vez ya no tendrá que tendrá que ubicarse por primera o tercera base para obtener el mejor ángulo para sus placas, puesto que la mejor toma la tiene desde lo más alto.

Se te va a extrañar.